anécdotas del despecho

miércoles, 18 de agosto de 2010

El niño de los ojos felinos

No sé por qué uno cuando esta en ese estado en que no te gusta nadie, o que llevas mucho tiempo en una relación y la costumbre ya se ha adueñado un poco de la cosa, uno recuerda que era INCREÍBLE que te gustará alguien... no se por qué mierda uno se acuerda así de las cosas, probablemente para conservar la especie, porque si nos acordáramos de cómo realmente es la cosa... nunca más nos dejamos sentir eso. Porque si.. si te gusta alguien, y ese alguien te corresponde de alguna manera (miradas, habladas, declaraciones, besos lo que sea) igual es rico... te dan cosquillas en la guata, sabes que no estás TAN loca al pensar en él... Pero si tienes 0 señales de cualquier cosa... MAL PO! Estay como imbécil pensando en un susodicho que puede que a penas y se acuerde de tu nombre. Tratas de pensar positivo, pero esta re difícil. Tratas de hablarle pero te pones nerviosa, no sabes qué decirle, te ríes frenéticamente, te tocas el pelo hasta enredarlo por completo y estás tan roja que parece como si tuvieras urticaria. Lo miras a lo lejos con cara de "TE AMOO, PESCAMEEEE", pero no puedes hacer nada más al respecto. Sólo intentar ser lo más digna, simpática, sexy y linda posible, y rogar todas las noches porque haya algún tipo de reunión social donde ambos vayan, haya algo de alcohol y eso te suelte un poquito para conversar..

Mientras tanto.. a puro babear.

Dios mío, me he vuelto una total idiota.

Gatuna - le gusta un gato...

No hay comentarios:

Publicar un comentario